En 2011 a mi pequeña gran familia la vida se nos puso del revés. Falleció mi madre, “la Anita”, y nos quedamos pensando en cómo iba a seguir interesándonos un mundo en el que ella no estuviese. Mi hermana, Mariana, y yo insistimos en que mi padre, “el Percy”, volviera al trabajo a realizar una gira “tranquila” con su amigo Facundo Cabral por Centroamérica. Y ya nada volvió a ser como antes. Asesinaron Facundo un 9 de julio en Guatemala en el mismo en el que viajaba mi padre; mi padre regresó a Madrid conociendo el miedo real, ese tan terrible que duele en el cuerpo.
Una noche en un restaurante argentino en Majadahonda (Madrid), con unos cuantos vinos mediante, mi padre me dijo una frase de esas que nacen para ser eternas: “cuando vi su cabeza inclinada sobre su hombro izquierdo pensé que yo también estaba muerto”. Me fui a casa y la frase me acompañó hasta la mañana siguiente, cuando decidí escribir este libro. Durante seis meses, mi padre y yo quedamos en el mismo restaurante (él me contaba, yo escribía) y los viernes leíamos y llorábamos en casa de mi hermana.
La última palabra del libro representó el fin de nuestra terapia familiar. Después decidimos compartirlo con el mundo, con vosotros, seguidores y amigos a distancia de Facundo Cabral. El libro se publicó en Córdoba (Argetina), en Caracas (Venezuela), en DF (México) y en la República Dominicana.
El libro ya está disponible en ediciones física y en eBook en Amazon.com y también a través de Amazon España, Italia y Francia
También se puede descargar el eBook en Barnes & Noble, en Smashwords, en XINXII, en Draft2Digital, en PayHip o leer por suscripción en SCRIBD.
Gabriela Llanos
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